Uno de los síntomas más evidentes del envejecimiento es la pérdida de elasticidad en la piel, a causa de la destrucción del colágeno y la elastina del tejido epidérmico. Esto se traduce en flaccidez facial y en la aparición de arrugas y líneas de expresión, un proceso que irá acentuándose con los años.
Afortunadamente, la medicina estética ofrece numerosas soluciones de rejuvenecimiento facial eficaces, seguras y mínimamente invasivas, lo que las convierte en una buena alternativa a las intervenciones quirúrgicas. Una de ellas es el tratamiento con hilos tensores.
¿Que son los hilos tensores?
También conocidos como hilos mágicos faciales o hilos japoneses, los hilos tensores son filamentos del grosor de un cabello y fabricados con materiales biocompatibles. El más habitual es la polidioxanona (PDO), un material reabsorbible, antialérgico y muy utilizado en las suturas de cirugía cardíaca. Además de estar cada vez más presente en los centros de medicina estética, también se emplea en intervenciones coronarias, dado que son totalmente seguros y permiten efectuar retoques tras su aplicación.
Según su morfología y composición, podemos hablar de tres tipos de hilos tensores:
¿Cómo funcionan los hilos tensores?
Los hilos tensores ayudan a tensar y recolocar la piel que se ha descolgado por la edad. De este modo, proporciona a la dermis una mayor firmeza y tersura, elevando los tejidos faciales. Por su efectividad, es uno de los tratamientos más demandados.
Ahora bien: la acción de los hilos tensores va más allá, ya que también trabaja a nivel subcutáneo. En este sentido, hay que tener en cuenta que la polidioxanona estimula la producción natural de elastina y colágeno alrededor de las hebras insertadas. El resultado es un lifting facial sin cirugía, con lo que se logra disminuir la flacidez y recuperar la firmeza y la elasticidad de la piel. Estará mucho más suave y luminosa, visiblemente rejuvenecida.
Esto es posible debido a que el sistema inmunológico reconoce los filamentos como un cuerpo extraño, por lo que intenta proteger el organismo mediante su eliminación. Para ello, se produce una reacción inflamatoria no tóxica e inofensiva, lo que propicia la formación de colágeno y la estimulación del riego sanguíneo.
Al tratarse de un procedimiento realizado con materiales que no producen alergias y sin apenas contraindicaciones, los hilos tensores son compatibles con otros tratamientos de medicina estética, como la radiofrecuencia.
El tratamiento con hilos tensores está especialmente recomendado para hombres y mujeres que deseen revertir los primeros signos de la edad en la piel, como las arrugas o los surcos demasiado profundos. Hay que señalar que esta técnica no es aconsejable para pieles maduras, con una flacidez excesiva o arrugas muy pronunciadas.
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